LA CONQUISTA ROMANA

 

Los conquista romana de Hispania terminó por dominar todos los territorios de la misma, incluidos los de los pueblos celtiberos, no sin antes ofrecer estos grandes resistencias, caso de Numancia.

La calzada romana que unía Cesaraugusta (Zaragoza) con Emerita Agusta (Merida ) transcurría a lo largo del valle del Henares pasando cercana a nuestro entorno por lugares como Caesada (Espinosa de Henares), Zayas ( Despoblado entre Jadraque y Castilblanco de Henares), Bujalaro, Matillas ó Mandayona camino de Sigüenza y Medinaceli. Igualmente a través del valle del Bornoba, encontramos vestigios del periodo de dominación romano, como son el puente de Alcorlo por donde discurría otro segmento de la calzada con destino hacia la zona de Ayllon atravesando las estribaciones de la sierra y la existencia de villas de carácter eminentemente agrícola a lo largo de del discurrir de las calzadas y los valles ( Espinosa de Henares, Jadraque, Zayas, Membrillera, etc.).

La continuidad del nucleo de población celtibero inicialmente constituido con el topónimo de Metoranda, siguió perviviendo a lo largo de estos primeros siglos de nuestra era, y con toda probabilidad cambiando de lugar hacia zonas más cercanas a nuestro actual asentamiento, posiblemente a lo largo de las alturas que rodean al pueblo entre el barranco de las fuentezuelas y el antiguo camino de Jirueque, lugar conocido como el “Alto el Santo” donde se encuentran restos de una necrópolis (Tardo romana ó Visigoda), ya que el núcleo central actual del pueblo junto a la Plaza Mayor y la fuente, estaba ocupado por una laguna surtida por los manantiales de la fuente aun existentes, cuyo perímetro se fue reduciendo a lo largo del tiempo, hasta desaparecer finalmente en el primer tercio del siglo XX.

Necropolis del Alto el Santo- Medranda. Sarcofago de Piedra. Foto J. Ignacio Rodríguez. Año 2.007


La derivación fonética de Metoranda hacia Meydranda ó Meidranda, debio de ser la consecuencia natural de la acomodación del lenguaje a las nuevas lenguas (Latín, posiblemente Arabe y finalmente Castellano). Por lo tanto el primer documento  escrito en el que se menciona a  Medranda en 1.189 , se hace con la forma de “Meydranda”, así lo veremos en otros documentos del siglo XIII pertenecientes al convento de monjas calatravas de San Salvador de Pinilla y del archivo municipal de Cogolludo. En el siglo XIV la forma escrita pasa a ser “Meidranda” y finalmente en las relaciones Topográficas de Felipe II del año 1.580, la población figura ya con su actual nombre de Medranda.